cuando cantas, las cañas abren sus ojos de flauta
para cantar contigo sin abandonar el río, sin soltar la tierra,
y tu voz va trenzada a las crines de un caballito que vuela
y os sigue un piano que arroja sombra arboriforme.
cuando cantas, hebras invisibles obran un puente
y de una orilla a otra un ulular de caracolas llama a fiesta
y acuden hombres y animales a soñar vergeles
que allí donde hubo yermo, echan hoy su flor los arrayanes.
para dinamo, el niño cantor.
domingo, 26 de febrero de 2012
Etiquetas:
escrituricias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario